¿Meditar sobre el sexo? – Una nueva tendencia que se avecina y que puede mejorar mucho tu vida sexual: la meditación sexual. Desde hace tiempo se ha demostrado que la meditación es buena para la salud.
Sin embargo, para muchas personas la meditación sigue siendo demasiado lejana.
A través de la meditación sexual implementas una forma de meditación en tu vida mientras te sientes menos flotante. Además, la meditación sexual puede ser un buen resultado para ti si quieres potenciar tu vida sexual.
Incluso si nunca has hecho nada de meditación, la meditación sexual es fácil de aprender.
Enriquece tu vida con la meditación sexual
La meditación consiste en dejar de lado la vida cotidiana. Meditas para desconectar por completo. Visualizando ciertas cosas y concentrándote puedes devolver la paz a tu cuerpo. Con la meditación sobre el sexo te centras lógicamente en el sexo. Visualizas el sexo con tu pareja en tu mente.
Esto garantiza que puedas mantener la meditación durante más tiempo. Es más divertido concentrarse en el sexo que en la respiración.
Al meditar regularmente de esta manera, descubrirás que da un gran impulso a tu vida sexual. Te obligas a sacar tus fantasías sexuales de forma relajada. Descubrirás lo que buscas y lo que te gusta durante el sexo. En tu cabeza todo es posible, puedes experimentarlo sin problemas.
La meditación sexual puede hacer que tengas más ganas de tener sexo. Tal vez esté tan ocupado con el trabajo u otras cosas que haya perdido el deseo de tener sexo. A través de la meditación sexual la tranquilidad vuelve a tu cuerpo y experimentas el sexo de una manera más intensa.
Aprendes a relajarte y a conocerte mejor sexualmente.
Los 6 pasos para la meditación sexual
Paso 1
Busca un lugar tranquilo en tu casa donde no haya ruido y donde no puedas distraerte. Proporcionar una luz tenue y una temperatura agradable. Un ambiente demasiado caliente o demasiado frío puede distraerte. También es bueno tener una alfombra o unos cojines en el suelo donde poder sentarse.
Paso 2
Túmbate o siéntate en una posición que te haga sentir cómodo. Puedes tumbarte de espaldas o sentarte en una silla de sastre. Decide por ti mismo si te sientes cómodo con mucha ropa o no. Tanto si estás sentado como tumbado, asegúrate de que la espalda está recta y que los brazos están a lo largo del cuerpo.
Paso 3
Cierra los ojos. Intenta centrarte en el presente y trata de ignorar otros pensamientos. Sea consciente de su entorno. A continuación, piensa en tu cuerpo, en tu respiración y en los sonidos de tu entorno. Si te vienen a la mente pensamientos sobre las tareas domésticas o el trabajo, acéptalos pero luego déjalos ir.
Paso 4
Durante la meditación te centras en tu propio cuerpo y en la respiración. Respira profunda y tranquilamente para que el aire entre y salga de tu cuerpo. Recuerda que cada vez que exhalas estás eliminando el estrés de tu cuerpo. Inspira por el vientre y el pecho. Toma conciencia de ti mismo y de tus sentimientos.
Paso 5
Comienza la meditación sexual visualizando tu propio cuerpo. Intenta imaginar cómo es tu propio cuerpo por dentro y por fuera. Sigue la energía que fluye por tu cuerpo. Intenta ser lo más consciente posible de tu cuerpo. Esto hará que finalmente te excites más al imaginar el cuerpo de tu pareja.
Paso 6
Ahora centra tus pensamientos en la pareja con la que más deseas tener sexo. Visualiza todo el cuerpo de tu pareja y sus sentimientos sexuales. Piensa en cada detalle de esta persona. Intenta imaginar en tu mente cómo te gustaría tener sexo con esta persona. No lo hagas con prisa, tómate tu tiempo.
Tú eres el jefe en este juego y decides cómo se desarrollará la película. Visualízalo lo más real posible para ti. Notarás que al cabo de un rato estás completamente absorto en tu propia fantasía.
Si quieres que la experiencia sea aún más intensa, puedes optar por poner música relajante. De este modo, podrá concentrarse mejor y no se distraerá con los ruidos de la casa. Elige entre música de masaje relajante o música con sonidos de la naturaleza.